lunes, 12 de noviembre de 2007

Romances de un amor prohibido



Capítulo 4: La casa del silencio

Tal vez nadie la habita ni la quiere...










--¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?—Preguntó Hanamichi mientras abría los ojos, estaba confundido porque había despertado en una habitación completamente oscura.

--Estás en mi casa.—Se escuchó una voz fría.

--¿Quién demonios eres tú?—Preguntó Hanamichi asustado.

Entonces el cuarto se iluminó, alguien había abierto las cortinas de pronto. Sakuragi no pudo creer que se encontraba en ese lugar, estaba completamente desconcertado.

--¿Por... por qué estoy en tu casa?—Preguntó Hanamichi.

Rukawa no contestó.

--¡Contéstame zorro!—Insistió Hanamichi.

Finalmente Rukawa respondió:

--¿No lo recuerdas? Pasaste la noche conmigo.

Hanamichi Sakuragi quedó petrificado. ¿Acaso la pesadilla que había tenido en la escuela... se había hecho realidad? ¿Y si Haruko se enteraba? ¿No se suponía que Rukawa y él eran enemigos?

--¡¡NOOOOOOOOOO!!—Gritó Sakuragi histérico--¡Maldito zorro homosexual! ¿Cómo te atreves a acosar a éste jugador talentoso?

--¿De qué te quejas? Tú fuiste el que empezó.—Murmuró Rukawa seriamente.

Hanamichi Sakuragi se quedó mudo y no se movió de la cama. Rukawa estaba frente a él, junto a la ventana. Pero ninguno se miraba.

--Si Haruko se entera de que amanecí en la cama de Rukawa... ¡Haruko!—Pensó intrigado Hanamichi mientras colocaba su cabeza entre sus rodillas.

Rukawa miró sorprendido la reacción de Sakuragi. Se sintió extraño al tener al pelirrojo en su cama. Abrió la puerta y antes de salir dijo:

--Yo dormí en otra habitación, no te emociones. Estúpido.

--Rukawa... —Murmuró Sakuragi. Después gritó:

--¡¡Maldito zorro!! ¡¡Te daré tu merecido!! ¡¡Seguramente quieres destruir la reputación de éste jugador talentoso!! ¡¡Eres un envidioso!!

--Estúpido.—Pensó Rukawa mientras desayunaba. Finalmente decidió escuchar música para evitar los gritos del pelirrojo.

--Maldito zorro... —Pensó Intrigado Sakuragi mientras se vestía.

* * *

--Ya me voy.—Dijo Hanamichi mientras abría la puerta principal.

--Ya vete, que esperas.—Dijo Rukawa.

--Voy a pedirte algo zorro... –Murmuró Hanamichi—No le digas a nadie que estuve aquí.

Finalmente Sakuragi salió corriendo de la casa. Rukawa lo miró intrigado. ¿Qué estaría pensando Sakuragi?

--Ése idiota.—Pensó Rukawa mientras caminaba a su habitación.

Entonces Rukawa descubrió algo sobre su cama, era el saco de Hanamichi, y de uno de sus bolsillos asomaban unas llaves y una foto de Haruko. Rukawa tomó la foto y después la dejó encima de la cama. Observó las llaves y descubrió que eran de la casa del pelirrojo.

--Espero que no regrese por esto.—Pensó Rukawa.

* * *

Hanamichi Sakuragi llevaba un buen rato caminando por la calle, estaba muy avergonzado por lo que había pasado.

--¡Demonios! Pasé la noche en la casa de ése zorro... —Pensó Sakuragi mientras se sonrojaba y pateaba una piedra.

--¡Hanamichi! ¡Hanamichi!—Se escuchó una voz.

--¿Ah? Yohei, eres tú.—Dijo Hanamichi.

--¿Qué te pasa Sakuragi? Parecías algo distraído... ¿Qué pasó anoche con Haruko?—Preguntó Yohei con curiosidad.

--Ése maldito capitán gorila apareció y tuve que irme.—Respondió Hanamichi molesto.

--¡Qué lástima Hanamichi! Por cierto, ¿dónde estuviste anoche? Te llamé por teléfono y no estabas.—Dijo Yohei.

Entonces Hanamichi dejó de caminar, y no contestó. Recordó que había pasado la noche en la casa de aquel zorro.


--¿Hanamichi?—Preguntó Yohei preocupado.

--¿Ah? ¡Sí! ¡Eso es algo que no te puedo decir! ¡Ja,ja,ja,ja! ¡¡Un jugador talentoso como yo tiene sus secretos!! ¡Ja,ja,ja,ja!—Respondió al fin Hanamichi, mientras se sonrojaba y reía nerviosamente.

Yohei Mito se sintió algo incómodo. Pudo sentir extraño a su amigo, habían sido amigos desde hacía mucho tiempo y Sakuragi nunca le había ocultado nada.

--Hanamichi... —Pensó Yohei con preocupación mientras observaba la mirada perdida de Sakuragi.




Por: Alejandra Salmón/Sailor Rukawa

sábado, 10 de noviembre de 2007

Romances de un amor prohibido


Capítulo 3: Nocturno

Esta noche sin luces aguardo ante mi puerta...









--¡Te dije que no le hablaras, Sendoh! ¡Rukawa es un idiota!—Gritó Koshino furioso.

--No es para tanto, Koshino.—Dijo Hikoichi.

Los tres jugadores del equipo Ryonan seguían caminando por la calle, ya había oscurecido.

--¡Rukawa no me agrada!—Gritó Koshino otra vez.

--No sé... el “Super lucky” es algo raro... —murmuró Hikoichi.

Koshino llevaba un buen rato criticando a Rukawa y Hikoichi anotaba todo en su libreta de secretos. Pero Sendoh sólo sonreía al pensar en Rukawa, desde aquel juego de entrenamiento, sentía lo mismo al pensar en él.

* * *

--¡¿Qué?! ¿Otra vez Rukawa?—Pensó Sakuragi, en su camino a casa se había topado nuevamente con aquel detestable ser.

--¿Ah?—Murmuró Rukawa al mismo tiempo, lamentándose de su suerte.

Ambos se miraron por algunos momentos, estaban frente a frente. Algo sorprendidos y confundidos por haberse encontrado otra vez. Sakuragi estuvo a punto de decir algo cuando una pandilla apareció de pronto. Era Ryu y sus amigos, los tipos que habían ocasionado tantos problemas al equipo de Shohoku anteriormente.

--¡Qué sorpresa! ¡Encontrar a dos miembros de Shohoku en una noche como esta!—Exclamó Ryu mientras reía sarcásticamente.

--¡Demonios!—Pensó Sakuragi mientras contaba el número de sus enemigos, eran más de 10.

--Creo que ya saben lo que les pasará si intentan defenderse, será mejor para ustedes que no se resistan.—Dijo Ryu mientras se acercaba a ambos.

--¡Cierra la boca, maldito!—Gritó Sakuragi.

--¡Idiota! ¡Mátenlos!—Gritó furioso Ryu.

El primero en ser atacado fue Sakuragi, todos fueron contra él y comenzaron a patearlo en el estómago. Eran demasiados para Hanamichi. El desvergonzado Rukawa decidió irse y dejar que Ryu y sus amigos le dieran su merecido al envidioso pelirrojo.

--Se lo merece.—Pensó Rukawa mientras se marchaba, pero hubo algo que lo detuvo.

Los gritos de dolor de Hanamichi Sakuragi eran aterradores, su rostro estaba completamente cubierto de sangre. Rukawa se detuvo y miró hacia atrás, lo único que pudo ver fue uno de los tenis de Sakuragi en el piso. Entonces se bajó de la bicicleta y comenzó a caminar hacia el grupo de Ryu.

--Déjenlo.—Dijo Rukawa en voz baja.

Todos se detuvieron y miraron a Rukawa, dejando a Sakuragi inconsciente sobre el piso. Ryu caminó hacia él y gritó:

--¡Mátenlo a él también! ¡Denle su merecido!

Cuando estuvieron a punto de golpear a Rukawa, tres personas aparecieron en la oscuridad. Eran: Sendoh, Koshino y Hikoichi. Todos integrantes de Ryonan, habían escuchado los gritos de Sakuragi, y Sendoh convenció a sus compañeros de ayudarle.

--Sendoh.—Pensó Rukawa.

Sendoh miró a Rukawa y sonrió, después comenzó a pelear contra Ryu y sus amigos. Koshino y Hikoichi hicieron lo mismo. Así, entre los cuatro le dieron su merecido a Ryu y a los demás. Después caminaron hacia Sakuragi, estaba recostado en el piso boca abajo. Con el uniforme roto y cubierto de sangre.

--¡Oh, no! ¿Y ahora qué haremos? ¡El talentoso Sakuragi está lastimado!—Exclamó Hikoichi aterrado.

--Yo digo que lo dejemos aquí, después de todo se lo merece.—Dijo Koshino mientras se rascaba el hombro.

--Estoy de acuerdo.—Dijo Rukawa.

--Hay que llevarlo a un hospital, ayúdame a cargarlo Rukawa.—Dijo Sendoh mientras miraba a Rukawa.

Rukawa no tenía pensado ayudar al pelirrojo, pero lo miró en el piso, sintió algo extraño y finalmente se decidió.

--Está bien... —Respondió el zorro después de varios segundos.

* * *

--¡¡Qué les pasa degenerados!! ¡¡Suéltenme!!—Gritó Hanamichi cuando recobró la conciencia a la mitad del camino.

Rukawa y Sendoh no tuvieron más remedio que soltar a Sakuragi, estaban sorprendidos por su fuerza. Koshino y Hikoichi también quedaron sorprendidos.

--¡¡Ya verán!! ¡¡Seguramente se unieron para deshacerse de éste jugador talentoso!! ¡¡Me vengaré!!—Gritó Sakuragi mientras salía corriendo hacia su casa.

--Idiota.—Pensó Rukawa.

--Estúpido.—Dijo Koshino.

--Pobre Sakuragi.—Murmuró Hikoichi.

Sendoh no dijo nada, simplemente se despidió de Rukawa y se fue, llevándose a Koshino y a Hikoichi. Debían tomar el tren para regresar a Ryonan. Rukawa decidió irse, y nuevamente se topó con Sakuragi en el camino. Estaba desmayado a la mitad de la calle.

--Demonios. Es un estúpido.—Murmuró Rukawa mientras pensaba qué hacer.

Pasaron varios minutos y Rukawa decidió llevarse a Hanamichi a su casa. No sabía dónde vivía Sakuragi y se hacía tarde, además tenía sueño. Así que se bajó de su bicicleta y cargó al pelirrojo.




Por: Alejandra Salmón/Sailor Rukawa

viernes, 9 de noviembre de 2007

Romances de un amor prohibido



Capítulo 2: Perfección

Es el redondeamiento del esplendor: mediodía.









--¡Maldito Rukawa! ¡Ésa pesadilla que tuve fue horrible!—Pensó Hanamichi mientras caminaba rumbo a casa con Yohei y los demás.

Sakuragi y su ejército caminaban después de haber comido en su restaurante favorito, Hanamichi caminaba apartado de ellos, pensativo. Su ejército se dio cuenta, pero sólo Yohei se atrevió a ir junto a él y preguntarle qué le pasaba.

--¿Qué te pasa Hanamichi? Has estado raro desde esta mañana.—Dijo Yohei mientras se acercaba a su amigo pelirrojo.

--¡Ah! ¡Ja,ja,ja,ja! ¡No me pasa nada Yohei! ¡Un jugador talentoso como yo es absolutamente perfecto! ¡Ja,ja,ja,ja!—Exclamó Sakuragi mientras reía como loco, no podía permitir que Yohei y los demás se enteraran de sus sueños raros.

--¡Miren! ¿No es Rukawa?—Preguntó Takamiya.

--¡DÓNDE!—Gritó Hanamichi dispuesto a darle su merecido.

--Tranquilízate Sakuragi, Rukawa está ahí, en su bicicleta. ¿Lo ves?—Dijo Yohei..

--¡Maldito zorro! ¡Ahora mismo arreglaré cuentas contigo!—Gritó Sakuragi llamando la atención de Rukawa.

Rukawa miró hacia la dirección donde estaban Sakuragi y los demás, el alto joven pelirrojo se dirigió rápidamente hacia él.

--¿Qué quieres, estúpido?—Preguntó Rukawa en voz baja.

Hanamichi Sakuragi no contestó, se acercó más a Rukawa y lo tomó por el cuello de la camisa. Estaba a punto de darle un cabezazo mortal, pero entonces recordó su extraño sueño. Miró fijamente los ojos de Rukawa, que también lo miró fijamente.

Hanamichi recordó lo sucedido en su sueño y se sonrojó al sentir la mirada de Rukawa sobre él, pero de pronto Haruko apareció.

--¡Haruko!—Gritó Hanamichi mientras soltaba a Rukawa y corría hacia ella.

--¡Hola Sakuragi! ¿Qué estás haciendo? ¿Te estás peleando con Rukawa? ¡No puede ser Sakuragi! ¡Tú sabes que eso es malo para el equipo!—Exclamó Haruko algo intrigada.

--¡¡Naaaa!! Sólo estaba recordándole algo a Rukawa—respondió Sakuragi completamente sonrojado.

--¿Vas a tu casa, Haruko? ¡Nosotros te acompañamos!—Exclamó el gordo Takamiya.

Pero Sakuragi sabía que no podía desperdiciar una oportunidad como aquella y gritó histérico:

--¡¡Nada de eso inútiles!! ¡¡Éste jugador talentoso acompañará a Haruko!! ¡¡Ahora váyanse si no quieren que les dé su merecido!!

Los amigos de Sakuragi se miraron entre ellos y decidieron salir corriendo, sólo Yohei se despidió de Hanamichi y de Haruko.

--Está bien, te veré después Hanamichi. ¡Adiós Haruko!—Dijo Yohei mientras caminaba detrás del ejército de Sakuragi.

* * *

Por otro lado, Rukawa escapó de Sakuragi, su ejército y de Haruko. Anduvo en bicicleta un buen rato antes de llegar a casa. Se sentía algo confundido por lo que había pasado. ¿Por qué Hanamichi no le había hecho nada? ¿Por qué se detuvo? Además su mirada era diferente a la de otras veces. ¿Qué estaría pasando? Rukawa no lograba comprenderlo.

--Está loco—pensó finalmente Rukawa.

--¡Rukawa!—se escuchó una voz.

Era una voz masculina, conocida para Rukawa. El joven que lo había llamado se acercó rápidamente hacia él. Rukawa no dijo nada.

--¡Hola Rukawa! ¡Qué sorpresa encontrarte por aquí! ¿Qué estás haciendo?—Preguntó el joven, que era miembro del equipo Ryonan.

Era Sendoh, quien además iba acompañado por Hikoichi y Koshino. Rukawa no respondió y siguió su camino sin hacerle el menor caso a los tres jugadores del equipo rival.

* * *

--Gracias por acompañarme, Sakuragi, eres muy amable.—Dijo Haruko en cuanto llegaron a su casa.

--¡Ja,ja,ja,ja! ¡No es nada Haruko, al contrario!—Exclamó Hanamichi nerviosamente mientras reía.

--Como agradecimiento te invitaré a cenar.—Dijo Haruko con una gran sonrisa mientras abría la puerta de su casa.

--Haruko...—pensó Hanamichi mientras se sonrojaba.

Pero cuando Haruko estuvo a punto de introducir la llave en la cerradura, le puerta se abrió. Era Akagi, el capitán gorila, y parecía muy molesto.

--¡Hermano!—Exclamó Haruko sorprendida.

--¡Gorila!—Gritó Sakuragi decepcionado.

--¡Ni creas que te invitaré a cenar! ¡No permitiré que toques a mi hermana!—Gritó Akagi mientras llevaba a Haruko al interior y cerraba violentamente la puerta.

Hanamichi Sakuragi estaba perplejo. Después de algunos instantes gritó con todas sus fuerzas:

--¡¡Naaaa!! ¡Maldito gorila! ¡Me las pagarás! ¡Éste jugador talentoso te dará tu merecido! ¡Ja,ja,ja,ja,ja!

Después Sakuragi comenzó a caminar hacia su casa, pensando en la gran oportunidad que había perdido. Ése gorila nunca lo dejaba estar con su amada Haruko.

--Maldito gorila.—Murmuró Sakuragi mientras caminaba de vuelta a casa


Por: Alejandra Salmón/Sailor Rukawa

jueves, 8 de noviembre de 2007

Un rato libre

FANFIC YAOI SLAM DUNK


"Romances de un amor prohibido"
Por: Alejandra Salmón/Sailor Rukawa




Capítulo 1: Canción del alba

Como una flor nueva se abre la mañana...




Eran las seis en punto, el sol comenzaba a salir. Hanamichi Sakuragi entrenaba tranquilamente en el gimnasio de la preparatoria Shohoku, tenía mucho tiempo libre, las clases comenzarían en un par de horas.


--¡Ja,ja,ja,ja! ¡Soy el talentoso Hanamichi Sakuragi! ¡Con mis tenis de basketball! ¡Ese tonto de Rukawa no podrá vencerme jamás...!—Cantó Hanamichi como solía hacerlo todas las mañanas.


Desde hace algunos días Hanamichi había adoptado la costumbre de levantarse muy temprano, llegar al gimnasio antes que nadie y cantar mientras entrenaba. Se había prometido así mismo ser mejor que Rukawa, si lo lograba, Haruko se olvidaría de aquel zorro apestoso y se fijaría en él.

--¡Ya verás zorro! ¡Te ganaré! ¡Porque yo soy muy talentoso!—Exclamó Hanamichi mientras botaba el balón.


Entonces Hanamichi Sakuragi levantó la mirada, el alto pelirrojo descubrió la canasta frente a él, comenzó a correr, dio un gran salto y...¡Chocó contra el tablero!

--Eres un estúpido—se escuchó una voz fría desde las sombras.


Hanamichi sintió como su sangre comenzaba a hervir, entonces, con mirada amenazadora volteó la cabeza hacia atrás, al lugar de donde había provenido la voz.


--¡¿Tú maldito zorro?! ¿Cuánto tiempo llevas aquí?--Preguntó Hanamichi.


Entonces Rukawa entró completamente al gimnasio, llevaba algunos minutos parado en la puerta principal.


--Que te importa. Además esa canción tuya es horrible.--Dijo el zorro.


Hanamichi Sakuragi estaba muy molesto, no soportaba a Rukawa en lo más mínimo, su presencia era irritante. Entonces el talentoso Sakuragi se acercó a Rukawa, lo miró directo a los ojos y le dijo:

--¡¡Naaaa!! ¡Seguramente viniste a espiar a este jugador talentoso! ¡También estás molesto porque mi canción es maravillosa!


Pero Rukawa no dijo nada, simplemente suspiró. Todos los días pasaba lo mismo con aquel pelirrojo.

--Es un torpe.—Pensó Rukawa finalmente.



* * *

Ya eran las ocho, Sakuragi y Rukawa habían dejado el gimnasio para asistir a clases. Rukawa se dirigió al salón 10 y Hanamichi al salón 7, ambos estaban felices de no estar en la misma clase.

--No puedo poner atención, tengo demasiado sueño... —pensó Sakuragi mientras recargaba su cabeza en la banca.

Hanamichi Sakuragi no acostumbraba levantarse tan temprano y por eso dormía a la mitad de las clases. Justo como el zorro apestoso de Rukawa, quien había tenido esa manía desde siempre.


--zzZZZzzzzZZZZ—murmuró Rukawa mientras dormía.


Ambos se habían quedado dormidos en clase, lo cual molestaba muchísimo a sus profesores y preocupaba a sus compañeros.


--Hanamichi... Hanamichi... ¡despierta!—Murmuró Yohei en el oído de Sakuragi, pero no se levantó.


Por otro lado, en el salón de Rukawa:


--Rukawa... Rukawa... —murmuró una de las compañeras de Rukawa mientras le picaba con su lápiz en la espalda. Tampoco despertó.



* * *


Hanamichi comenzó a soñar...


--"Sakuragi... tu canción... es hermosa..."—murmuró Haruko mientras cerraba los ojos y esperaba ser besada en los labios por Hanamichi. El talentoso pelirrojo estaba muy nervioso y completamente sonrojado. Entonces se acercó a Haruko, la besó en los labios y cuando terminó la miró a los ojos y descubrió a Rukawa frente a él. Entonces Sakuragi palideció y comenzó a limpiarse la boca con su saco.

--“¡¡¡NOOOOOO!!! ¡Qué asco! ¡Maldito zorro homosexual!”—Gritó Sakuragi mientras salía corriendo del lugar, dejando a Rukawa con cara de zorro.
--¡Nooooooooo!—Gritó Sakuragi, despertando al fin. Todos lo miraron intrigados, especialmente Yohei. La primer clase había terminado. Besar a Haruko seguía siendo un sueño.