sábado, 10 de noviembre de 2007

Romances de un amor prohibido


Capítulo 3: Nocturno

Esta noche sin luces aguardo ante mi puerta...









--¡Te dije que no le hablaras, Sendoh! ¡Rukawa es un idiota!—Gritó Koshino furioso.

--No es para tanto, Koshino.—Dijo Hikoichi.

Los tres jugadores del equipo Ryonan seguían caminando por la calle, ya había oscurecido.

--¡Rukawa no me agrada!—Gritó Koshino otra vez.

--No sé... el “Super lucky” es algo raro... —murmuró Hikoichi.

Koshino llevaba un buen rato criticando a Rukawa y Hikoichi anotaba todo en su libreta de secretos. Pero Sendoh sólo sonreía al pensar en Rukawa, desde aquel juego de entrenamiento, sentía lo mismo al pensar en él.

* * *

--¡¿Qué?! ¿Otra vez Rukawa?—Pensó Sakuragi, en su camino a casa se había topado nuevamente con aquel detestable ser.

--¿Ah?—Murmuró Rukawa al mismo tiempo, lamentándose de su suerte.

Ambos se miraron por algunos momentos, estaban frente a frente. Algo sorprendidos y confundidos por haberse encontrado otra vez. Sakuragi estuvo a punto de decir algo cuando una pandilla apareció de pronto. Era Ryu y sus amigos, los tipos que habían ocasionado tantos problemas al equipo de Shohoku anteriormente.

--¡Qué sorpresa! ¡Encontrar a dos miembros de Shohoku en una noche como esta!—Exclamó Ryu mientras reía sarcásticamente.

--¡Demonios!—Pensó Sakuragi mientras contaba el número de sus enemigos, eran más de 10.

--Creo que ya saben lo que les pasará si intentan defenderse, será mejor para ustedes que no se resistan.—Dijo Ryu mientras se acercaba a ambos.

--¡Cierra la boca, maldito!—Gritó Sakuragi.

--¡Idiota! ¡Mátenlos!—Gritó furioso Ryu.

El primero en ser atacado fue Sakuragi, todos fueron contra él y comenzaron a patearlo en el estómago. Eran demasiados para Hanamichi. El desvergonzado Rukawa decidió irse y dejar que Ryu y sus amigos le dieran su merecido al envidioso pelirrojo.

--Se lo merece.—Pensó Rukawa mientras se marchaba, pero hubo algo que lo detuvo.

Los gritos de dolor de Hanamichi Sakuragi eran aterradores, su rostro estaba completamente cubierto de sangre. Rukawa se detuvo y miró hacia atrás, lo único que pudo ver fue uno de los tenis de Sakuragi en el piso. Entonces se bajó de la bicicleta y comenzó a caminar hacia el grupo de Ryu.

--Déjenlo.—Dijo Rukawa en voz baja.

Todos se detuvieron y miraron a Rukawa, dejando a Sakuragi inconsciente sobre el piso. Ryu caminó hacia él y gritó:

--¡Mátenlo a él también! ¡Denle su merecido!

Cuando estuvieron a punto de golpear a Rukawa, tres personas aparecieron en la oscuridad. Eran: Sendoh, Koshino y Hikoichi. Todos integrantes de Ryonan, habían escuchado los gritos de Sakuragi, y Sendoh convenció a sus compañeros de ayudarle.

--Sendoh.—Pensó Rukawa.

Sendoh miró a Rukawa y sonrió, después comenzó a pelear contra Ryu y sus amigos. Koshino y Hikoichi hicieron lo mismo. Así, entre los cuatro le dieron su merecido a Ryu y a los demás. Después caminaron hacia Sakuragi, estaba recostado en el piso boca abajo. Con el uniforme roto y cubierto de sangre.

--¡Oh, no! ¿Y ahora qué haremos? ¡El talentoso Sakuragi está lastimado!—Exclamó Hikoichi aterrado.

--Yo digo que lo dejemos aquí, después de todo se lo merece.—Dijo Koshino mientras se rascaba el hombro.

--Estoy de acuerdo.—Dijo Rukawa.

--Hay que llevarlo a un hospital, ayúdame a cargarlo Rukawa.—Dijo Sendoh mientras miraba a Rukawa.

Rukawa no tenía pensado ayudar al pelirrojo, pero lo miró en el piso, sintió algo extraño y finalmente se decidió.

--Está bien... —Respondió el zorro después de varios segundos.

* * *

--¡¡Qué les pasa degenerados!! ¡¡Suéltenme!!—Gritó Hanamichi cuando recobró la conciencia a la mitad del camino.

Rukawa y Sendoh no tuvieron más remedio que soltar a Sakuragi, estaban sorprendidos por su fuerza. Koshino y Hikoichi también quedaron sorprendidos.

--¡¡Ya verán!! ¡¡Seguramente se unieron para deshacerse de éste jugador talentoso!! ¡¡Me vengaré!!—Gritó Sakuragi mientras salía corriendo hacia su casa.

--Idiota.—Pensó Rukawa.

--Estúpido.—Dijo Koshino.

--Pobre Sakuragi.—Murmuró Hikoichi.

Sendoh no dijo nada, simplemente se despidió de Rukawa y se fue, llevándose a Koshino y a Hikoichi. Debían tomar el tren para regresar a Ryonan. Rukawa decidió irse, y nuevamente se topó con Sakuragi en el camino. Estaba desmayado a la mitad de la calle.

--Demonios. Es un estúpido.—Murmuró Rukawa mientras pensaba qué hacer.

Pasaron varios minutos y Rukawa decidió llevarse a Hanamichi a su casa. No sabía dónde vivía Sakuragi y se hacía tarde, además tenía sueño. Así que se bajó de su bicicleta y cargó al pelirrojo.




Por: Alejandra Salmón/Sailor Rukawa

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